martes, 19 de diciembre de 2017

Nos rompimos y aprendimos a tejernos, cosernos, conocernos...

Hace tres meses...

Unos edificios se rompieron, personas se rompieron, familias se rompieron, nuestra idea de seguridad se rompió... nos rompimos

Pasado el susto cada quien hizo lo que tenía que hacer, cuidar, cuidar de otrxs, cuidar de si mismxs, cuidar de lxs nuestrxs y de lxs ajenxs...

Como en 1985 en este 2017 el gobierno, los gobiernos no estuvieron a la altura de sus ciudadano(as) pasaron los días y la emergencia dió pie a otras formas de apoyo y auto cuidados...

Por ahí nacieron iniciativas realmente lindas: un taller de costura emergente, un muebletón, colectivos... entre todo eso Darinka que recién se había integrado al grupo semanal de las Hilas dijo:

-oye y si tejemos cobijas?



y pues órale!!!!... "Las Hilas" (PezkadoFrito, Erika, Lucero, Ugo), las vecinas de la calle de Mérida, Pola de Café de Raíz, la señora de la papelería de al lado, lxs cuatxs de tuiter y de FB, lxs amigxs como María Isabel y Artemisa, Enrique, una oficinista con sus amigas, una señora que llegó a un parque, Fer que llegó al café con su suegra y su cuñada Ana (hermosas ambas esperando su viaje a Monterrey) Marco con su novio, Quique con una amiga y un amigo ¡tantas personas que ahora se me escapan!!

Comenzamos a tejer cuadritos para hacer cobijas, ese era el pretexto, pero como dijo Ana... en realidad era para tener con quien hablar de como nos sentíamos, de cómo estábamos. De enseñarnos como hacían nuestras abuelas, trasmitiendo conocimiento con las manos, tejiendo amistades, amigas, complicidades...



Donaron su tiempo y estambres (María Isabel llegó con estambres hermosos y en casa se puso a tejer como arañita) Artemisa con una caja llena de todos los colores y texturas (alegría para todas)


María Salgueiro donó estambre, la Sra de la Pape y las vecinas de las calles de Guanajuato y Mérida cada día abonaban con cuadritos... Pola los recibía:

-trajeron estos!!!
-quieren más estambre!!
-pero no sé tejer
-yo te enseño!
-pongamos un día!
-Pola nos das cobijo en el cafederaiz? es que está lloviendo

Y así se juntaron un friego de cuadritos, pero más que eso, aprendimos, enseñamos y hablamos, mucho, ¿cuántxs hicieron de la mano de expertas su primer cuadrito?  ¡¡El contento de lograr hacer un tejido con el gancho y las agujas!!! . Ana, activista y psicóloga nos advirtió mientras platicábamos con las manos y con el corazón...

-es posible que se enojen, después de eventos así las personas se enojan, se deprimen... no se lo tomen personal

Y sí, ¿no les ha pasado que se les enreda el tejido, la bola de estambre? y hay que ir desenredando con cuidado, los dedos se trenzan, una se desespera pero luego, de pronto todo va fluyendo.



Luego regresar al trabajo, a nuestras propias reconstrucciones personales nos hizo perder el hilo tantito... como que se nos fueron los puntos del tejido. Pero estaban las vecinas de Mérida y Guanajuato, las hilas, la Sra de la Papelería y Pola del caféderaiz

-¿cuándo le seguimos?
-aquí hay más cuadritos



Y Pezkadofrito y Ugo y Lucero y Erika (las Hilas) dijeron un día:

-ya hay que comenzar a coser los cuadritos! hay un campamento en el Jardín López Velarde de una comunidad otomí.

Y el frío nos apuró y entonces cuatro o cinco sesiones en el Café Garat de la Col. Roma (que nos aguanta el escándalo y poner los tejidos sobre las mesas de comensales y computadoras)



Y también el piso del departamento de Ugo porque extender los cuadritos es un lío, y Lucero y Pezkado hincadas cosiendo, uniendo...

Muchos cuadritos y apenas terminamos cuatro cobijas y una para bebé... el 9 de diciembre finalmente fueron entregadas. No quisimos tomarle fotos a los rostros de la representante de la comunidad ni al bebé, ni a la mamá, ni a la abuela, ni a lxs niñxs jugando en una cancha a la intemperie... porque nos dió un poco de pena llevar tan poco (y tanto que nos ayudo a quienes tejimos)...



Pero no fueron las cobijas, el tejido fue el pretexto para tejernos a nosotras mismas... ir cosiendo eso que se rompió un 19 de septiembre después de un simulacro que recordaba un sismo décadas atrás.

Gracias a todxs quienes participaron de una u otra forma con esta iniciativa... Han pasado tres meses y muchxs damnificadxs siguen esperando, sin casa, exigiendo justicia por las negligencias que pudieron evitarse.

Muchos hilitos aún enredados, anudados... mucho aún por tejernos, cosernos...



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1 comentario:

Unknown dijo...

HOLA MARGARITA ME COMUNICO DE LA EDITORIAL CASTILLO, EN UN MES APROX. EMPEZAMOS UN LIBRO DE ÉTICA Y LAS AUTORAS ME HABLARON DE TU TRABAJO, ME PUEDES MANDAR MAIL CON TU FON PARA PLATOCAR CON TIGO DE ALGUNAS ILUSTRACIONES ?
diseno_eca17@grupomacmillan.com