¿Y después de marchar?... sembrar...

Levanto la vista y puedo ver entre las copas de los árboles el cielo azul, estoy sentada en una roca en medio de ojarasca y alrededor vecino/as y Lola, una perrita color miel que viene con nosotros. En un principio somos cinco, más tarde vendrán otros tantos.

Estamos en el parque Ramón López Velarde de la Col. Roma. En pleno centro de la Ciudad de México. Escucho a Lety Hernandez, una mujer que desde hace tres años acude seis días a la semana tres horas para atender uno de los 48 prados en que se divide este parque de poco más de 8 hectáreas. Es voluntaria, vecina que quiere hacer algo por lo que es suyo, y nuestro… de todo/as. 

Resulta que seguimos en eso de encontrar qué más se puede hacer además de marchar por esos 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa. Seguimos explorando eso que se llama “hacer comunidad” en su memoria, conocer el barrio, volverlo vivo, conocernos porque vivimos en el mismo lugar. Hacer asamblea, reapropiarnos de nuestros espacios públicos. No sólo hablar y exigir, también para ponernos a hacer algo. Que la semilla florezca pues.

Y en una plática y recorrido de 3 horas nos enseña: que los árboles son como las personas, se enferman si no se nutren, que el suelo no es sólo pasto sino la piel que necesita ser alimentada, que la tierra se endurece si no se le cuida, que del riego depende que el árbol tenga raíces profundas para que no lo tire una tormenta, para que no se vea obligado a extender sus raíces alrededor y superficialmente para poder captar toda el agua posible. Que hay que limpiar el arbusto que crece alrededor para que no sea casa de bichitos que luego son plaga. Que hay que sembrar flores para que vengan los pájaros y con ellos el ecosistema se complete. Que esa plaga que está matando a los árboles en la ciudad (el muérdago) puede ser retirada pero hay que saber hacerlo, como cuando operas a una persona, así al árbol para no herirlo y que se recupere, que hay que podarlo pero no al punto de matarlo…

Como el país: hay que sembrar, cuidar, podar, regar, cuidar que no se endurezca, que no le caiga plaga, y hacerlo todos los días no sólo una vez y para la foto. Que una sola persona no puede con todo pero si puede hacerse responsable de una pequeña parte del espacio de todo/as… y ante la inmensidad vemos los resultados y una se emociona

La Sra Lety trae una bolsa con fotos de cuando empezó (un registro de su paso por este parque), un estudio ambiental que hicieron una bióloga de la UNAM y un especialista en árboles de la Universidad de Chapingo. Nos cuenta del amparo que tienen por una "trotapista" que no cuenta ni con estudio de impacto ambiental, que no se hizo con consulta de vecino/as, que no han presentado proyecto alguno (ver video aquí) También trae dos pequeños botes, una bolsita con premios para perritos que ya son amigos suyos de tanto encontrarse en el parque.

Los botecitos son para acarrear agua cuando no hay (ya hubo un año entero que no había agua en el parque), como se descompuso la fuente, entonces el agua que se capta de la lluvia ella va y viene para regar los árboles del cachito del que ella se hace cargo.

Nos entusiasmamos, nos acompaña a ver un espacio que podríamos comenzar a trabajar los domingos en la mañana. Trabajar sí, como dice más tarde Mardonio, una ofrenda un tequio para la comunidad. Y Alex se ofrece a pasar todas las mañanas porque vive a unas calles para cuidar que lo trabajado siga en pie.

¿Porque también hay fracasos saben? Hay personas que se han animado, pero no con la paciencia y persistencia necesaria. Vimos un arbolito seco, la cerquita derruida por los juegos de los perros con dueños un poco distraídos como para cuidar el espacio de todos. También vimos un arbolito, con su ramita irguiéndose orgullosa, con una sola hoja, alrededor del suelo empobrecido… y traigo ese pendiente, que se muera antes del domingo.

Hay mucho por hacer, estamos viendo como hacerlo, inventándonos los modos, pero creo que eso de sudar y cansarnos cada domingo con lo más cerca que tenemos de sembrar una milpa puede ayudarnos a templar la paciencia, el coraje, la rabia por esas 43 razones que nos convocaron con su ausencia forzada, por los miles que siguen desaparecido/as…

¿Les gustaría participar? Nos estamos reuniendo y hay un grupo abierto en FB ASAMBLEA ROMA-PLAZALUISCABRERA… ahí van colgando las actividades y lo que poco a poco vamos acordando. También pueden replicarlo en sus colonias, en sus comunidades,  nadie sabe más que otro/a porque estamos explorando eso de la convivencia sin ningún interés partidista ni particular salvo el de la responsabilidad ciudadana que se vive entre un voto y otro cada tanto.

Ya vendré a contarles del pic-nic que queremos hacer Marcela, Felipe, Juan Pablo, Alex, Mardonio, Romina, Gisela, Lety, Andrés, Roxana (y como otros 8 que estuvieron también este domingo en la asamblea) con música, con ruido, con trabajo con talleres y actividades para niñas/os, jóvenes… hacer mitote pues.