Mujeres y semillas..

Las mujeres somos muchas mujeres... Somos la madre, la hija, la hermana, la sobrina, la nieta, la maestra, la alumna, la primera amiga, la mejor amiga, la Eva, la Liliht, la María, la puta, la angelical, la virgen... La mala y la buena... Somos muchas en una sola, no estamos solas pues...

Algo ocurrió este sábado, llegué a mi puestito del Jardín del Arte y olvidé mis pinceles y mi plumilla, pero no el cuaderno y traía una pluma así que me puse a dibujar. Comencé con un rostro y siguió otro y otro y otro y surgió la idea de hacer un tapiz de mujeres.

Y llegó una señora mayor y preguntó por un dibujo sobre papel amate, le gustó y platicamos un poco más (de cómo seguí la veta del papel para ir haciendo el dibujo que yo veía en la textura) hasta que le habló su amiga que ya estaba cerca (se había quedado de ver con ella)… se fue y casi enseguida llegó una adolescente a preguntar por ese mismo dibujo. Luego se fue con su mamá diciendo: están padrísimos tus dibujos.

Al poco rato llegó una muy querida amiga que tenía mucho que no veía. Una compañera de la Universidad y vino con su hermana. Dos mujeres muy bellas y platicamos… regresaron la chica y su mamá y se llevaron dos dibujos (el primero y otro que también les gustó que recién había hecho el día anterior y del que olvidé tomarle una foto)

Mi amiga se llevó una serie de cuatro dibujos sobre hojas sueltas de un libro. Y su hermana me encargó una serie de Caperucita Roja (buen ejercicio)

Luego llegó otra señora grande preguntándome que significaba un dibujo, platicamos y le decía que la mayoría de las veces prefiero que sean las demás personas quienes me digan que les inspira… me dijo que para ella las lunas eran generaciones y la cola del pez una mata de maíz. Se fue y después de cinco minutos una mujer joven llegó y preguntó por ese mismo dibujo. Se lo llevó finalmente.

Este sábado a mi puestito del Jardín del Arte en El Carmen en Sn Angel lo inundó energía femenina, desde el dibujo y quienes se acercaron y llevaron mis dibujos.

Y el domingo no fui a la actividad dominical del Parque en la Asamblea Roma porque fui a desayunar con un grupo de amigo/as a quienes quiero mucho. La comida devino en plática de sobremesa siempre interesante y muy motivadora y también muy rica por la experiencia de mis amigos. Pero les cuento de un libro que me recuerda lo que hacemos ahora en memoria de 43 estudiantes que se volvieron semilla, que tiene que ver con sembrar la tierra, trabajar con las manos y hacer comunidad.

¿Qué hace una niña para conectarse con su papá muerto antes de que ella naciera? ¿Por qué un hombre le pone a sus jitomates un nombre de mujer? ¿Qué hace correr a un taxista con agua a la huerta comunal? ¿Cómo se reconcilia con su cuerpo una adolescente al sentir la tierra? ¿Qué siembra un hombre próximo a la muerte? ¿Por qué la tierra enseña que los ciclos son importantes y para renovarse hay que volver a empezar? ¿Qué paraíso y torre de babel experimenta una comunidad al construirse? ¿Qué hace que un señor indígena vuelva a ser un hombre y no un niño? ¿qué concurso realiza un activista desencantado?

Las respuestas están en el libro “Semillas” de Paul Fleschman editado por el FCE… lo pueden encontrar por 50 pesos y es una delicia leerlo y ver sus ilustraciones.

Ustedes, ¿Qué libro conocen sobre hacer comunidad y sembrar?