viernes, 27 de febrero de 2015

Gracias...

Es la palabra que escucho de los padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos forzadamente y que hablan en el templete: "GRACIAS por no dejarnos solos... Gracias, que Dios me los guarde... Aquí andamos, damos gracias que nos sigan apoyando"

Comienza el papá de Manuel... En una mano sostiene el micrófono, la otra en un puño nervioso que se mueve al compás de sus palabras hasta que la voz se le quiebra..

Y es que han pasado sólo cinco meses y hoy les acompañamos cientos de personas porque nos han dado una versión que no convence a nadie porque no está basada en pruebas, en protocolos creíbles, como lo exige una Justicia que no sea política del carpetazo...

Cierto es que no somos las multitudes de los primeros meses... El sucio trabajo de Mancera frente al Gobierno del DF (quién lo dijera un gobierno de "izquierda") ha dado frutos junto con la ignominia de periodistas vendidos a la verdad oficial, frente a la humillación de la pobreza que se vende al Gobierno y mientras se pueda malvivir pues eso, hacen su parte quiénes piensan que lo que ven en periódicos y TV es lo mismo que sucede en la marcha... La falta de empatía, la fortuna de tener sus seres queridos en casa, sus muertos en un lugar donde llorarles... Creer que nada de gana con marchar (y no se gana todo, pero hacemos presencia, nos visibilizamos, acompañamos para no avalar tanta impunidad, tanta masacre, tantos desaparecidxs)



"Soy María de Jesús y tengo un hijo desparecido..." 
Así comienza una madre que no puede encontrar consuelo mientras no le entreguen a su hijo... (Vivo o muerto, pero que se lo entreguen y no la tortura de la desaparición forzada)

Y estamos ahí, escuchando gente sencilla, de campo, con el acento costeño, con las palabras que suenan honestas porque no son los discursos de políticos... Estamos ahí, arropando a un campesino, a una ama de casa que se volvió activista por el amor a sus hijos que una tarde se llevaron y no han regresado.

"Ellos, valen mucho... Pero no dinero como dice el Gobierno" dice Dña Carmelita 

Esa señora con palabras dignas sabe el valor de las personas y no como la esposa del Presidente, que tiene la fortuna de ver crecer a sus hijas y una casa de millones pero que mucho de valores, pues nomás no (la Casa Blanca HIGA a costa de contratos que pagamos todxs)


"Yo soy Hilda y mi hijo es Juan Manuel (...) desde aquí le digo a mi hijo: que pronto esté conmigo, que vuelva a casa antes de su cumpleaños..."

Y también se le quiebra la voz y todos nos sentimos un poco quebradas también...

Por otro lado fui a la marcha y caminé junto a personas muy diversas, jóvenes (muchxs) gritones, juguetones, ruidosos y solidarixs. Algunos con instrumentos musicales, otrxs bailadores...


Estaba sentada en el pastito alrededor del monumento del Ángel mientras iniciaba la marcha... Seguía el ritmo de tres jóvenes tocando batucada cuando me levanté y vi un grupo de jóvenes (no pasaban de diez) dirigiéndose en sentido contrario al de todxs que se incorporaban a la marcha. Pintaron con aerosoles una pared del monumento mientras una nube de fotógrafos les tomaban fotos.

No me gustó, les vi como se mezclaban entre los que iban marchando sin pintar, ni vandalizar... Dos de ellos llevaban una especie de toletes hechos con tubos, el rostro cubierto y una mascarilla. No me gusto porque me sale lo señora... O lo ñoña, como quieran verlo. No lo entiendo porque esos cinco o seis, oculto el rostro, son el pretexto para quienes quieren ver a todxs lxs que marchamos como unos subversivos cuando en realidad ejercemos el legítimo derecho humano de expresar nuestra opinión, de manifestarnos públicamente en grupo. 


Y no me gusta porque igual que esos chicxs desmadrosos, quienes marchamos sin pintar paredes, sin cubrirnos el rostro también nos exponemos a que nos tomen fotos, a que nos fichen... Sólo que no nos escondemos... Si, ya se que cubrirse el rostro no es delito, que reclaman pero no entiendo esa pequeña ausencia de arriesgarse como todxs, a mostrarse... Son como esos niñxs insoportables que se arriesgan pero que también exponen a sus compañerxs y eso, eso me parece insolidario, un poquito cobarde por la ausencia de responsabilizarse de sus actos...



Y luego mucho menos entiendo y acepto a quién gobierna mi ciudad (ese policía cerebro de mico obediente que es Miguel Angel Mancera) que agazapado, cuatro horas después de pintado el Ángel, manda a más de 300 granaderos en calles oscuras para "venadear" literalmente a quienes regresan de la marcha... Eso, no es proteger la ciudad, sino criminalizar la protesta. Y me tocó verlo de cerquita porque regresaba con un par de chicas y al cruzar Reforma vimos granaderos ¡cuatro horas después de lo que podrían ser "actos vandálicos"! ¿Cómo saben los granaderos que, quienes detuvieron en el metro Sevilla, eran los jóvenes que iban pintando? Y los granaderos literalmente nos dirigieron hacia el metro cerrado, cientos... Llegando nos topamos con un "encapsulamiento" (triste vocabulario que ya integramos al marchar) y mientras otras personas que ni marcharon tomaban fotos y pedían soltaran a lxs chicxs... Los granaderos agredían a todxs. Corrimos cuando vimos que se dirigían hacia nosotras... Dos calles más adelante seguimos...

No, a quienes detuvieron NO fueron a quienes vi pintar al paso de la marcha, que se mezclaban astutamente para salir de nuevo a pintar e integrarse otra vez entre los jóvenes que marchaban alegres y sin pintar... No, me niego a dejar de ejercer un derecho porque al siguiente día nos desviemos de lo que nos convoca cuando de lo que se habla es de una realidad fabricada entre diez escuincles insolidarixs y cobardes y 300 granaderos y un pequeño grupo detrás de un escritorio con interés más aviesos, y la connivencia de quienes, cómodamente desde su casa, (su casa con sus seres queridos vivos, con sus muertos en un lugar cierto) celebran que detengan, golpeen y actúen fuera de la ley justo quienes deberían protegernos a todxs: quienes estemos y no de acuerdo... Yo y la mayoría de quienes marchamos (jóvenes, viejos, estudiantes, amas de casa, niñxs, campesinos, citadinos, tristes, enojados, rabiosos pero dentro de la ley y ejerciendo nuestros derechos...


Cuando celebramos golpear, detener sin pruebas nos volvemos igual que esos jóvenes insolidarixs que vandalizan sin pensar en los otrxs que buscan formas legales y legítimas de expresarse.

Y nos siguen faltando 43 y miles más y no quiero que a este país de fosas les falten más jóvenes, estudiantes, padres, madres llorando, huérfanos, pobres mientras unos pocos tienen dinero mal habido, casas regaladas, respetables ladrones con otro tipo de máscaras que matan y violentan mucho más que un monumento pintarrajeado. NO LO ACEPTO porque NO ES JUSTO... Y este país que quiero tanto merece mejor convivencia, mejores gobiernos, mejores ciudadanxs, mejor suerte y destino que una fosa anónima, que una tumba vacía, que una vida que no es vida.

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